Emilia Obrecht Larraín, exalumna generación 2016

Entré el año 2017 a la Escuela Naval, de la que me gradué después de cuatro años como Oficial de Marina.

Cuéntanos de ti, cómo te defines y a qué te dedicas hoy. 

Me llamo Emilia Obrecht, soy exalumna del Colegio La Cruz (Generación 2016). Entré el año 2017 a la Escuela Naval, de la que me gradué después de cuatro años como Oficial de Marina. Después de un viaje de instrucción en la Esmeralda me fui a Punta Arenas, donde me desempeñé como Jefa del Departamento de Ingeniería de la Barcaza Elicura, un buque dedicado a trabajos de señalización marítima y apoyo a zonas aisladas en la zona austral del país. Me tocó navegar mucho durante el año, a veces nos íbamos lejos, por más de un mes.

Hoy, estoy a cargo de los Guardiamarinas (Oficiales recién egresados de la Escuela Naval) como Instructora. Eso significa que estoy a cargo de que cumplan con todas sus asignaturas, cursos y actividades que tienen que hacer durante el año y prepararlos para su desempeño futuro en los distintos buques. Además, me embarco con ellos en su viaje de instrucción a bordo de la Esmeralda, la que este año realizará un viaje de aproximadamente 5 meses por América.

¿Cuáles han sido los principales aprendizajes?

Creo que los principales aprendizajes han sido la disciplina y voluntad para hacer cosas a las que uno no está acostumbrado, como levantarse temprano, estar despierta durante la noche de guardia o navegando, estar lista a reaccionar ante cualquier cambio en los planes o en caso de alguna emergencia a bordo. Así también, el liderar, trabajar y compartir con grupos de personas, muchas veces de distintas edades y personalidades, sobre todo después de estar navegando por mucho tiempo.

Por otro lado, aprender a estar lejos de la familia y amigos y muchas veces perderse celebraciones o eventos importantes como matrimonios o cumpleaños.

¿Cómo influyó y qué herramientas te entregó el colegio que te hacen ser la persona que eres hoy tanto como profesional y/o en lo personal?

En lo personal, creo que las virtudes han sido una herramienta muy importante, especialmente para enfrentar todos los tipos de desafíos que impone la vida Naval.

En lo profesional, puedo decir el sentido del trabajo, responsabilidad y la exigencia del colegio me han ayudado para poder cumplir de buena manera con las tareas que me han dado a bordo de los buques.

Por otro lado, en la Armada y especialmente en la Escuela el deporte es muy importante, y haber competido por el colegio en atletismo, me dio una buena base para todas las exigencias físicas, tanto de las pruebas como de las propias del trabajo a bordo.

Ser mujer en la Armada; ¿ha sido un desafío? ¿Por qué?

Las mujeres no llevan tanto tiempo en la Armada (desde el 2007), y en algunas cosas quizás ha costado un poco adaptarse, pero en general estamos completamente integradas, las exigencias son básicamente las mismas tanto para hombres como para mujeres y nos podemos desempeñar en los mismos cargos, excepto fuerzas especiales.

Nos hemos ido integrando gradualmente en todos los ámbitos, por ejemplo, el año pasado me tocó ser parte de la primera dotación mixta de la Barcaza Elicura, éramos 2 mujeres y 27 hombres.

¿Cuál es el mejor recuerdo de tu paso por el colegio?

En general tengo muy buenos recuerdos del colegio, siempre lo pasé muy bien. Además de las clases, me gustaban mucho todas las actividades extracurriculares que hacíamos como deporte, misiones y los apostolados y visitas de participación social.

Alguna persona que haya marcado tu paso por el colegio y que quieras recordar. 

Es difícil elegir a una sola persona, porque siempre sentí el cariño, preocupación y cercanía de todas las personas que trabajaban en el colegio, profesores, consagradas auxiliares, etc. Sin embargo, me gustaría recordar a mis amigas, ya que, aunque hemos estado lejos por algunos períodos de tiempo, siempre las he sentido muy cerca y nunca hemos perdido contacto.

En una palabra…para mi, mi colegio es…

Si tuviera que elegir una palabra sería integridad. Creo que siempre hubo un muy buen equilibrio entre la exigencia académica, la deportiva y la formación católica, siempre pasándolo bien y con actividades entretenidas.

¿Qué mensaje le puedes transmitir a los actuales alumnos de tu colegio?

El mensaje que les daría es que no dejen de aprovechar las herramientas que el colegio les da, que sigan sus metas con firmeza y convicción. No tengan miedo de elegir lo que más les gusta, aunque sea algo diferente, siempre habrá obstáculos y días más difíciles, pero finalmente esos sacrificios terminan siendo los más gratificantes. Después de todo, el trabajo se hace más fácil cuando a uno le gusta lo que hace.