Sebastián Johnson Solar, exalumno generación 2020

Me defino como una persona entregada al 100% en todo lo que hago, y alguien que transmite felicidad.

Dediqué más o menos un año a Trabajo País, pero en estos momentos estoy dedicado a mi carrera, a mi familia y mis amigos.

Cuéntanos de ti, cómo te defines y a qué te dedicas hoy.

Me llamo Sebastián Johnson todos me dicen Tatán, estoy estudiando Agronomía en la Universidad Católica, estoy en tercer año de la carrera, salí del Colegio La Cruz el año 2020, vivo en Chancón, Rancagua.

Tengo una gran familia: somos 7 hermanos, 2 hombres y 5 mujeres. Mi papá trabaja en el ámbito agrícola y mi mamá es instructora de Pilates.  Soy deportista y me encanta el campo, tengo amigos “pulentos” como me gusta decir. Y soy católico.

Me defino como una persona entregada al 100% en todo lo que hago, y alguien que transmite felicidad.

Dediqué más o menos un año a Trabajo País, pero en estos momentos estoy dedicado a mi carrera, a mi familia y mis amigos.

Estuviste liderando Trabajo País, cuéntanos ¿De qué se trata?

Este año estuve de coordinador nacional del proyecto Trabajo País.

Trabajo País es un proyecto de la Universidad Católica que parte el año 2006: son trabajos voluntarios que se realizan en las vacaciones de invierno, buscando combatir la soledad en Chile por medio de la construcción de lugares de encuentro a lo largo de nuestro país. Construcción de capillas, salones, salas de estudios, pérgolas… la verdad es que buscamos una necesidad real en las comunidades, donde no exista el espacio físico donde se puedan reunir, teniendo siempre en el centro a Cristo.

Además, buscamos la necesidad espiritual en cada una de esas personas que participan en el proyecto: voluntarios, la misma comunidad, el equipo. Tratamos que todos tengan una experiencia extraordinaria en todo sentido.

Este año visitamos 22 comunidades, desde Copiapó hasta Puerto Varas, en el que participaron aproximadamente 750 voluntarios de todas las Universidades de Chile.

Toda la organización del proyecto la realiza un consejo, compuesto por 23 personas que trabajan durante 6 meses (mi equipo de trabajo: unos pulentos). Tenemos Jefes de cada zona, los cuales son el motor del proyecto y que trabajaron cerca de 3 meses, entre ellos estaban exalumnos del colegio (Agustín Undurraga, Daniel Salgado, Diego Domínguez, Adolfo Grohnert, José Antonio Goycoolea, Agustina Punti). Quiero agradecerles a ellos toda su entrega en este proyecto, y sobre todo a mi co-jefa Luisa Hinrichs estudiante de Derecho de la Universidad Católica.

¿Qué significó para ti esa experiencia?

Es la mejor experiencia que he tenido en mi vida. Es muy difícil describirlo o explicarlo con palabras, si es que uno no lo vive.

Siempre decimos que Trabajo País cambia personas, cambia comunidades y sobre todo cambia vidas. Yo podría decir que me cambio la mía.

Nunca pensé que iba a liderar un proyecto tan grande y de tan alto impacto como es Trabajo País.

Son meses donde te haces verdaderos amigos, donde conoces distintas realidades, creces como estudiante y como líder… son tantas las cosas que vives, que es difícil explicarlo.

¿De dónde o por qué razón nace tu necesidad de trabajar en esto?

Siempre he sido motivado por participar en diferentes cosas: Centro de Alumnos, ædifica y varios apostolados. Es algo que tengo inculcado desde chico gracias a mi familia y al colegio principalmente. Me impulsaron siempre a participar de todo lo que me haga crecer como estudiante, persona y joven católico.

De hecho, una de las razones por la que entré a la Universidad Católica fue por los proyectos que tenía, para así seguir con esto que tanto me llena.

En mi primer año de Universidad me inscribí como voluntario en Trabajo País, fui avanzando en este tremendo equipo, hasta ahora, que llegué a liderar todo el proyecto.

¿Cuáles han sido las mayores dificultades? ¿Cómo ha sido y que ha significado para ti enfrentar esto?

Básicamente el dedicar menos tiempo a mi familia y amigos, tenía muy poco tiempo para viajar a Rancagua, pero desde lejos sentía el apoyo de la gente que me quiere, ellos entendían perfectamente.

¿Alguna anécdota valiosa de tu trabajo y voluntariado que te haya marcado y que nos quieras compartir?

Como coordinador de los trabajos, se realiza lo que se llama el “recorrido” que es visitar todas las zonas del proyecto durante los 10 últimos días, lo cual es una locura.

Quedaba sólo una zona por visitar: Totoral en Puerto Varas. Yo sentía que me faltaba algo, una conversación, un abrazo, una palabra. Algo para cerrar y quedar tranquilo con todo el trabajo realizado.

Y fue así, llegando a Totoral se me acerca una señora muy emocionada, la cual había conocido hace 5 minutos y me dice: “gracias, porque me cambiaste la VIDA”. Creo que fue uno de los momentos más potente que viví durante todo ese año de trabajos. Fue impresionante con la tranquilidad y felicidad que quedé.

Por esto y mucho más me encanta decir que Trabajo País cambia vidas.

Cómo influyó y qué herramientas te entregó el colegio que te hacen ser la persona que eres hoy.

Sin ninguna duda gracias al colegio y mi familia soy el hombre de ahora.

El colegio me dejó grandes valores y enseñanzas: El liderazgo, la honestidad, la perseverancia, la voluntad, la entrega, la religión católica, la humildad, el respeto… ¡El deporte! Participar en fútbol, rugby, atletismo, las copas del profesor Sebastián (tremendas pichangas), además de tremendas experiencias como las alianzas, los apostolados, el centro de alumnos, las misas, el viaje de estudio, retiros… Tremendas vivencias que me hicieron crecer como persona, que me permiten hoy formar ese liderazgo, esa humildad, esa perseverancia que vivo día a día, entre otras.

Pero por sobre todo lo que más destaco es que mi colegió me enseñó a enfrentar y a disfrutar la vida.

¿Cuál es el mejor recuerdo de tu paso por el colegio?

La cercanía de todos, con los profesores, auxiliares, con Lucho, con la Martita. Con los del curso de arriba, con los de abajo, con los más grandes, con los más chicos.

No importaba la edad, de verdad era bacán la relación que se armaba con todos.

Los mejores recuerdos de experiencias son: El año que fui Centro de Alumnos, de primero a cuarto en la selección de fútbol, ædifica, y sobre todo en clases cuando estábamos todo el curso junto.

Alguna persona que haya marcado tu paso por el colegio y que quieras recordar.

El profesor Sebastián, el profesor Pablo, Jaimito, el Padre Emanuel, la miss Betzi, Lucho. Son algunas de las personas que más me ayudaron y que más cariño les tengo de mi época en el colegio.

En una palabra…para mi, mi colegio es…

Para mí, mi colegio es “Una familia”.

¿Qué mensaje le puedes transmitir a los actuales alumnos de tu colegio?

Que aprovechen cada momento que les queda en el colegio, es una de las etapas más bonitas y choras que se pueden vivir. Que traten de participar en todo lo que les ofrecen: apostolados, deportes, centro de alumnos, etc, Que cada experiencia te hace crecer como persona.

Que aprendan y apliquen todos los valores que entrega el colegio, que es los que nos hace ser mejores personas. Y es lo que más me ha ayudado a mí.  ¡Y disfruten cabros!