Llegó agosto, mes en que nos movilizamos para vivir con especial fuerza la solidaridad y el apostolado tan propios de nuestra identidad. Invitamos a toda la comunidad a hacerse parte de los desafíos solidarios que se irán presentando, para que, a ejemplo de San Alberto Hurtado, seamos capaces de reconocer al prójimo en todos los que nos rodean y nos pongamos al servicio de ellos con amor.
La Cruz crece en solidaridad
